Rutas por España registradas con gps, mapas y fotos.

Cala de Finestrat-Torre del Aguiló - Vértice geodésico Castilla.

Tipo de ruta
Circular
Distancia aproximada
5,8 Km
Tiempo estimado recorrido
1h 30m marcha, 38m de paradas.
Altura mín. / máx. (m)
0 m/ 169 m Des Ac 310m.
Mapas necesarios
S.G.E. 848 (1:50.000) / I.G.N. 848 III (1:25.000)
Dificultad
Baja
Recorrido registrado con el gps, insertado en el mapa.(156 Kb, 28seg a 56 Kbps)
Perfil de la ruta registrado con el gps.
Galería de fotos tomadas en el trayecto.

Archivos del track / 3D

Oziexplorer -- Google Earth

Archivo del recorrido registrado con el gps manejables con Oziexplorer y Oziexplorer 3D respectivamente, ver sección ficheros.

Desde la playa de la Cala de Finestrat, subimos por la empinada calle que se dirige hacia la pequeña colina en la que se encuentra la Torre del Aguiló. En tres minutos encontramos un camino a la izquierda por el que seguimos. Enseguida una curva a la derecha y pocos metros más allá sale un desvío a nuestra izquierda por el que iniciamos la subida. En unos ocho minutos, sale un camino a nuestra derecha por el que seguimos subiendo con una pendiente más suave, que nos lleva en otros ocho minutos hasta la Torre del Aguiló. Una vez aquí arriba, continuamos por el camino que sale a nuestra derecha durante unos 200 metros. Pasaremos junto a un cartel explicativo de la zona, poco después cuando iniciamos el descenso, vemos a nuestra derecha un estrecho camino que tomaremos. En unos cinco minutos, llegamos a un cruce de caminos, nosotros seguimos de frente y, un poco más adelante, subiremos por una estrecha senda que sale a nuestra derecha, que nos dejará en otro más ancho por el que andando a nuestra derecha, llegamos hasta la antigua casa cuartel de carabineros. Habremos empleado entre 20 y 25 minutos desde la torre. Desde aquí tenemos a la vista la pequeña loma en la que se encuentra el vértice geodésico Castilla. Para llegar hasta allí, seguimos por el mismo camino, dejando a nuestra derecha las casas y en unos cinco minutos encontraremos una pequeña senda a la derecha, por la que podremos subir directamente al vértice. Desde las casas, emplearemos unos quince minutos. Aprovecharemos este solitario lugar, para disfrutar de las maravillosas vistas del Puig Campana, Sierra Cortina, Villajoyosa, etc; y al mismo tiempo, lamentarnos por el terrible atentado ecológico sufrido por este precioso rincón del levante español. Lo que hace muy poco tiempo era una apacible playa, se ha convertido en un hervidero de rascacielos construidos incluso sobre antiguas lagunas, en las que se podía encontrar una variada fauna: anfibios, caracoles, reptiles.... También debemos lamentar la pérdida de un gran número de árboles que, además de mantener estable el terreno cuando caían esa torrenciales tormentas que suelen darse por ésta zona, garantizaban sombra en los días más calurosos del verano. Bajaremos por el mismo camino hasta alcanzar una estrecha carretera asfaltada, que se encuentra unos metros más adelante del punto donde nos desviamos para subir hasta el vértice. Por la carretera seguiremos a nuestra izquierda, y en unos doce minutos desde el vértice, llegamos hasta un pequeño mirador que se encuentra justo encima del Racó del Conil. Seguimos bajando por la carretera, teniendo precaución pues suelen pasar algunos coches que se dirigen a la playa. En ocho o diez minutos llegamos abajo y en la cerrada curva a la derecha que nos encontramos, nosotros nos desviamos a la izquierda hacia el camino de tierra que discurre paralelo a la carretera y que pasa junto a una casa abandonada, hasta llegar al borde del acantilado, donde veremos a nuestra derecha la playa del Racó del Conil. Se trata de una zona naturista, por tanto, no os extrañéis si veis pasear a la gente desnuda. Desde aquí vemos un camino a nuestra izquierda por el que subiremos en unos veinte minutos hasta la Torre del Aguiló, desde donde bajaremos hasta la playa, por el mismo camino utilizado al principio para subir.

Aunque el recorrido es corto, recomendamos llevar un poco de agua y protección contra el sol, que siempre viene bien.