Ruta muy equilibrada en cuanto a subidas y bajadas que permiten una buena recuperación del esfuerzo entre unas y otras. Salida de Campillo de Purchena en dirección a Oria. Nos desviamos de la carretera para tomar el camino que va hacia el vértice geodésico de la Señá Paca. En el primer cruce a la izquierda. Cuesta abajo hasta la rambla de Capairola que tomamos en trayectoria descendente para salir por el primer camino a nuestra izquierda con idea de pasar por El Rondín. Aunque el camino más corto sería por el Marchal, buscamos una alternativa para evitar las efusivas muestras de afecto con las que nos reciben, en el camino, fuera de sus fincas particulares, los habitantes de 4 patas.

Retomado el camino habitual y seguimos, casi llaneando, hasta la carretera que baja a Partaloa. La tomamos durante 500 metros y nos salimos, por la izquierda, a la carretera que lleva a La Rambla de Oria. 200 metros de desnivel descendente que se recorren antes de que uno se quiera dar cuenta, otra cosa será la vuelta.

Cruzamos la rambla yendo ligeramente a la izquierda para salir por la derecha por pista asfaltada. Cuestecilla de rigor que nos colocará de frente el cerro sobre el que se encuentra el Castellón de Olias. Reconocido por su cumbre plana si bien la construcción no puede llegar a verse desde esta perspectiva.

Rematamos la cuesta y nos deviamos a la izquierda, hacia El Arroyo Medina. Cuesta suave y panorámica impresionante del barranco y la subida justo antes de empezar a bajar hacia el arroyo. Mejor no pensar si hará calor o no al cruzar el barranco de vuelta....

Una vez pasado el barranco, de frente hacia Las Pocicas. Entramos en un ameno y serpenteante camino que termina el la población de Santa Bárbara, en la Rambla del Saliente donde tenemos una buena panorámica de la sierra del Saliente.

Desde aquí, por Los Faraones afrontamos el último tramo con 270 metros de desnivel hasta el vértice geodésico. Pronto llegamos a El Madroño, donde veremos, a la derecha, una fuente y una pequeña ermita, con un indicador de altura de 999 metros sobre el nivel del mar y que supongo erróneo, debiendo indicar 899 metros ya que el vértice geodésico, bastante más alto todavía, es el que se encuentra en la cota de los 999 metros de altitud.

Pasado el Madroño y su mirador, llegamos a un pequeño puerto desde el cual, a nuestra derecha, vemos el cerro sobre el que se encuentra el hito en cuestión. Subida cómoda y sin mucho arbusto que demande amistad con las espinillas.

Desde lo alto, si el día esta claro, como fue el caso, buenas vistas del entorno, Sierra del Saliente, Maria (en segundo plano), Filabres, Partaloa, Lúcar con la población de Taberno a tiro de piedra.

La vuelta por el mismo