Ida y vuelta.

37 Km

3h 35m marcha, 1h 47m de paradas.

936m / 1.311 m Des Ac 626m.

S.G.E. 995, 973(1:50.000) / I.G.N. 995 I- 973 III(1:25.000)

36

Galería de fotos tomadas en el trayecto.

Archivo del recorrido registrado con el gps manejable con Oziexplorer, Compegps, etc, ver sección ficheros, y para el programa Google Earth.

Amanece, hay niebla, el día aparentemente no es de los mejores para hacer una ruta con buenas vistas, pero ya que estamos levantados, nos iremos. Partimos en dirección a la cortijada del Puntal en busca de la carretera de Oria por la que iremos hasta la rambla del Burrueco. Una vez en la rambla la niebla se espesa, se empañan las gafas, la visibilidad se reduce pero sabemos que no hay tráfico por lo que vamos disfrutando tranquilamente de la conversación y de los aromas disueltos en la niebla, parece que fuéramos junto a una infusión gigante de tomillo llegando incluso a parar para disfrutar del momento. Poco después la niebla se abría dejando paso a una mañana radiante y en la que aún podríamos ver algún mar de nubes a lo lejos.

Ya sin niebla llegamos a la Rambla Bermeja, que tenia su lecho con arena suelta. Hacíamos lo posible por mantenernos dentro de las roderas de los vehículos a motor que habían pasado antes que nosotros, pero aún así las bicicletas iban hundidas en la arena con el esfuerzo extra que ello supone. Pronto salimos de la rambla junto al cortijo de la Parra, según mis datos ya no tenemos más ramblas. El camino por el que vamos es bueno y con pendientes suaves lo que permite dosificar adecuadamente el esfuerzo.

Vamos avanzando sin prisas y con un ojo en el gps ya que sabemos que el camino está a nuestra izquierda, pero que según los mapas consultados está marcado con líneas discontinuas lo que nos hace sospechar que será un camino poco transitado y que nos pasaremos fácilmente si no vamos muy atentos. Llegamos a la desviación marcada, el camino está limpio de piedras y vegetación. Lo tomamos pero con la incertidumbre de que fuera el correcto al estar en tan buen estado. Después de recorrer los primeros metros reconocimos el trazado del mapa con el que iba describiendo el camino por lo que sabíamos que nos quedaba poco para llegar al vértice geodésico Vaqueros. Por fin a la izquierda vemos un pequeño cerro con bastante vegetación, nos salimos del camino, aparcamos las bicis e iniciamos el ascenso a pie con mucho cuidado para no rompernos los pantalones con las ramas, aliagas y demás vegetación autóctona que vamos encontrando en nuestro camino. Ochenta metros más alto del aparcamiento de bicis llegamos a nuestro destino semioculto entre la vegetación lo que nos impedía ver con claridad el paisaje que teníamos hacia el norte y el oeste pero que sin embargo nos proveyó de una buena sombra para tomar el almuerzo de rigor.