Fotos, Campillo de Purchena - Somontín


Poco después de salir del Campillo enfilamos rambla arriba.	En dirección a Cuesta Blanca, que puede vislumbrarse entre los pinos.	Y que siempre gusta contemplar una vez que se ha llegado arriba.

El día está claro, además del cortijo Pavión podemos ver la caseta del Cerro Lúcar.	La rambla del Arenal, por la que hemos discurrido a favor de corriente hasta el camino que nos lleva a Somontín.	La claridad del dia nos permite ir contemplando la espectacularidad del Valle del Almanzora.

El camino hasta Somontín está cementado lo que nos permite prestar más atención al paisaje.	Y a las vistas de los pueblos de la zona.	Al fondo, como siempre, la Tetica de Bacares, silencioso vigía del valle y alrededores.

Poco antes de llegar a Somontín, podemos ver nuestro destino, Armuña de Almanzora.	En el valle, justo a los pies de la sierra de los Filabres.	Y un poquito más arriba, casi escondidos, Suflí, casi invisible y Sierro .

De pronto, después de pasar la gravera y tras una curva aparece Somontín.	Desde ese mismo sitio y a nuestra derecha podemos ver Lúcar.	Y al otro lado del valle, casi en línea con Somontín, Purchena.

Después de bajar un poco por la carretera llegamos a este camino.	Que se estropea por momentos haciendome dudar que lleve a algún sitio.	Pero al final de la cuesta hay una rambla y al otro lado nuestro camino.

Una vez aquí tenemos que cruzar el valle por buenos caminos.	Algunas veces casi recien hechos, en este caso para albergar las conducciones del agua.	Poco después llegamos al cruce de la carretera, junto al hotel.

Y pasamos por Armuña, aunque están de fiestas y no hay mucha gente a estas horas.	Aprovecho y me doy una vuelta por elrecien inaugurado mirador, al fondo, el nuevo depósito del agua.	La pasarela nos permite ir viendo el paisaje circundante antes de llegar al mirador.

Y desde el que podemos ver los montes que hemos atravesado desdel el Royo.	De vuelta, la vista de Somontín y los cerros que tenemos que atravesar, intimidan un poco.	Y la cuesta del camino casi inexistente, tiene su aquel, por suerte esta vez no ha habido pinchazo.

Poco a poco el camino va mejorando.	hasta que un par de perros, con sus correspondientes ladridos, más allá.	Llegamos nuevamente a la carretera.

Cruzamos Somontín y nos enfrentamos a las subidas más fuertes del recorrido.	Tras las que descansamos conversando con este ciclista y tomando unas barritas.	La zona tiene minas de jaboncillo, ya en desuso, pero señalizadas como parte de rutas.

El sol va apretando, la cuesta también, pero ya casi estamos en la Labor Alta.	Poco después estamos ya en lo alto de Cuesta Blanca.	Desde donde podemos apreciar el Hondo del Campillo y la rambla por la que iremos.